Tres chistes para entender el marketing

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Ventana a la cultura y sabiduría china


Tres chistes para entender el marketing



  1. Un millonario siempre está preocupado de que alguien le roba su casa cada vez cuando sale. Quería comprar perros de guardia. Pero no quería gastar dinero. Un día se le ocurrió una buena idea: quitar la contraseña del wifi de su casa. Entonces cuando vuelve a casa, siempre ve a más de diez personas en la puerta de su casa con el móvil en mano.

Moraleja: en la época de internet, hay que romper el modo de pensar tradicional.

  1. Un día, un comerciante quería alojarse en un hotel pero el recepcionista le dijo que todo el hotel ya está ocupado. Entonces subió y gritó a toda fuerza en el pasillo: ¡policías, abre la puerta! Y bajó para esperar. Un rato después, varias parejas bajaron con toda la prisa, pagaron y se fueron. Entonces, fue a decir al recepcionista: dame una habitación.

Moraleja: no creas que hay mucha competencia y que ya no hay más oportunidades. Hay que crear esa ¨bomba de venta¨. Las oportunidades están en tus propias manos.

  1. Una chica joven peleó con su novio y quería echarse a llorar. Pero no quería volver a casa entonces fue a un funerario porque allí es normal ver a una persona llorando con mucha pena. Entró en un salón y empezó a llorar. Dos señoras en luto que ya estaban allí se miraron y dijeron: el cabrón... Tenía otra sin que nos enteraramos. Después de discutir un rato, vinieron a hablar con la chica joven: mira, tercera, no seas tan triste, te podemos repartir 150 millones de dinero efectivo. Pero no pienses nada más de los bienes inmuebles ni las acciones. ¿Qué te parece?

Moraleja: Es muy importante ampliar el círculo de gente.